Show en el Margen

Mirando un documental relacionado con las bandas de Valparaíso, un músico mencionaba lo raro que es el Puerto y su gente, sobretodo los días domingos, jornadas que se caracterizan por la gran cantidad de personajes delirantes pululando por las calles. Algunos gritan, otros invocan a Dios, sin tener pruebas empíricas ni teóricas de su existencia. No se puede disentir del músico. Hace rato que al deambular por el Barrio Almendral, específicamente por la Plaza O’Higgins choca uno de frente con una gran cantidad de ciudadanos y niños hipnotizados ante una performance bastante particular: un show de tipo transformista a plena luz del día, en una única función XL. El cuento es simple. A partir de las doce y hasta las nueve de la noche se presenta en la vereda frente al Teatro Municipal de la ciudad, el show llamado “El Legado de Fabiola Taylor” (travesti ícono de la bohemia porteña, ex presidenta de Traves Chile y fallecida en abril de este año). El programa presenta una varieté de números musicales de diversa índole, incluyendo a la doble de Miriam Hernández y Thalía entre otros. Durante la extensa jornada, un grupo de espectadores rota. Otro grupo permanece horas y horas mirando el show. Con camarines al aire libre los artistas cambian sus ropas, sacan sus pelucas de las maletas y del ropero conformado por un carro de supermercado, se maquillan, afinan sus voces, practican los últimos pasos mientras fuman un cigarro. El DJ pone las pistas y prueba la música que saldrá por los parlantes. Cuentan acá que el show tiene su origen en una campaña para ayudar a la gente damnificada por el incendio de abril pasado. “El espectáculo siempre ha tenido un fin solidario”, comenta Mara Taylor, hermana y heredera artística del fallecido Fabiola. Vaya paradoja: el show ocurre frente al principal teatro de la ciudad y en cuyo escenario jamás tendrán la oportunidad de estar. Acá eso no les importa y hasta se lo gritan en su cara. Tampoco les importa que los tilden de “circo freak”, ni que digan que están al margen de la normativa o que se critique que hay harto menor de edad observando medio confundido. Ni siquiera es un tema que la policía pase cada cierto rato a hinchar. Los artistas choros de este espectáculo por propinas, pretenden darle según ellos vida y color a esta plaza perfumada con olor a anticuchos y sopaipillas. Lo que no se conoce acá es el aroma de los políticos que circulan por el Congreso a escasos metros. Los honorables no transitan por acá y si lo hacen, circulan con sus ventanas polarizadas bien arriba de sus autos pagados con el dinero de todos. Ellos se lo pierden. Como seguramente se perderán la ramada que instalarán como agrupación en el Parque Alejo Barrios durante las fiestas patrias. La doble de Thalía prepara el ambiente: “Más de alguna sorpresita le tendremos allá porque ahí sí que nos volvemos locas”. Y como acá no sufrimos de locura sino que disfrutamos de ella, fijo que nos damos una vuelta por allá también”.