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Volver a los 21

Fotos: Francisco Castro / 22 de mayo de 2018

21 de mayo. En el jardín infantil nos enseñaron la canción de Arturo Prat, capital de la Esmeralda. En Valparaíso el peso de la fecha es mayor. El mirador más clásico del Puerto se llama Paseo 21 de Mayo y acá están los huesos del marino más trascendente de nuestra historia, muerto en esta fecha allá por 1879. Allá por Iquique. La historia es conocida. Lo que cambió este año es que se separó la fecha de la conmemoración naval y la ceremonia de cuenta pública presidencial. Bajo una montaña de declaraciones en las escalinatas del Congreso y los desmanes en la vía pública, la fiesta de los uniformados quedaba eclipsada. Los marinos pesan en Valparaíso y si le sumamos que el porteño promedio quedaba en la práctica encerrado en su barrio o tenía que arrancar a Viña del Mar, el resultado es calles llenas de gente aplaudiendo un desfile militar. Claro, muchos eran familiares de los uniformados, pero también volvieron a la calle las familias de los escolares que sólo una semana antes ya habían hecho la procesión junto a sus hijos. ¿Pero qué se esconde tras esta afición por los desfiles militares que permite que incluso una radio de Valparaíso programe los fines de semana temprano marchas y cánticos de la milicia? ¿Admiración por la autoridad que proyectan los rostros serios bajo los cascos? ¿Alguna compulsión malsana por las armas de diverso calibre? En redes sociales el aplauso fue mayoritario. No faltó el partidario de la dictadura de Pinochet que desempolvó su nostalgia de aquellos años de mano dura. Un grupo de personas junto a la pileta de Neptuno, en pleno centro de Valparaíso, intenta protestar por los atropellos contra los derechos humanos que uniformados perpetraron en aquellos oscuros años de dictadura militar. Algunos metros más allá, los aplausos emergen al paso de los redobles y cánticos que remiten a antiguas guerras retumban marciales en las paredes de la decena de restoranes de comida peruana abiertos en ferido y que florecen sabrosos hoy por toda la ciudad. Termina el desfile del 21 de Mayo. Los marinos tuvieron su fiesta y lucen felices. La ciudad no colapsa y los porteños aprovechan como quieren este domingo.

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