Cuesta abajo

Los ascensores de Valparaíso representan quizá como ningún otro objeto material el momento actual de la ciudad: todos -porteños y visitantes- los quieren y admiran. Sin embargo, al mismo tiempo, todos observan con inquietud su inexorable deterioro y ruina. Por encargo del periódico The Clinic, volvimos a mirar estas maquinarias clásicas del Puerto para retratar su actual estado. Y aunque existe un puñado que funciona bien y sirve a vecinos y turistas, un importante número de éstos se encuentra abandonado o con desperfectos técnicos que impide su operación. Otros -como el ascensor Polanco- sufre constantes paras que dan cuenta de un estado preocupante. Donde también existe consenso es que resulta urgente atender su presente, para homenajear su pasado y sobre todo proyectar su legado hacia las nuevas generaciones de porteños que no pueden presenciar la desaparición de esta forma única de transporte que distingue a Valparaíso de cualquier otra ciudad en el mundo. Ni la ciudad ni su gente lo merecen.